El envejecimiento es un proceso al que nos vemos sometidos todos los seres humanos y que comienza a partir de los 25 años.
Conlleva una pérdida de energía y un aumento de la vulnerabilidad.
Es imposible evitar el paso del tiempo, pero si podemos optar por mantener nuestra vitalidad y tener un buen aspecto físico a una edad avanzada.
Un programa completo Antiaging debe cubrir diferentes áreas:
- Actividad Física
- Control del Estrés
- Cuidado de la Piel y el Cuerpo
- Nutrición
- Suplementación
Hoy en día contamos con suplementos nutricionales específicos para el cuidado de nuestros genes. A continuación veremos algunos de ellos:
- Vitaminas y Minerales: estos micronutrientes son imprescindibles para que el metabolismo sea correcto. Cuando no tenemos el aporte suficiente de estas sustancias, se puede dañar el ADN dando lugar a diversas enfermedades. Complejos multivitamínicos como Protrient están formulados para cubrir nuestras necesidades sin riesgo de un exceso de vitaminas.
- Coenzima Q10: esta estancia se encuentra en el interior de las mitocondrias y forma parte del sistema de generación de energía. Además, estimula la función cardiaca. Desciende con la edad por lo que es conveniente su administración.
- Proteína de Suero de Leche: a medida que nos hacemos mayores disminuye nuestra masa muscular. Este proceso denominado sarcopenia se puede atenuar consumiendo proteínas de alto valor biológico como la proteína de suero de leche.
- Suplementos de Ácidos Grasos Esenciales: los omega 3 y omega 6 tienen innumerables efectos beneficiosos sobre nuestra salud. Destacan la capacidad de los omega 3 de disminuir marcadores inflamatorios en procesos de artrosis, artritis, fibromialgia, fatiga crónica o enfermedades coronarias. También juegan un papel importante en la disminución de los triglicéridos y en el mantenimiento de la función neuronal. Los omega 6 se utilizan para combatir procesos alérgicos, rinitis, eczemas y mejorar el aspecto de la piel, el cabello y las uñas.
- Estimulantes del Sistema Inmunitario: el estrés y el paso del tiempo hacen más vulnerable a nuestras defensas. Suplementos como los probióticos, prebióticos o el calostro bovino , nos permiten protegernos frente a infecciones, catarros o virus.