Nuestra colaboradora, Judith Rectoret, nos acerca a Erica Almodovar, formadora internacional con residencia en Nueva Jersey.
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Repasando tu biografía, veo que antes de tu acercamiento al Pilates te encontrabas inmersa en el mundo de la danza y el fitness. ¿Recuerdas el momento en el que decidiste entrar en el mundo del Pilates? ¿Fue casual? ¿fue por recomendación? ¿una decisión meditada?
Conocí el Pilates cuando yo dirigía un gran gimnasio de fitness y mi empleador, el propietario, me pidió que averiguara de qué se trataba Pilates porque quería considerar la posibilidad de abrir un estudio de Pilates dentro de aquel gran establecimiento. Y recordé que hacía un tiempo, una antigua empleada, una entrenadora personal, había dejado la industria del fitness y se había ido a Nueva York a certificarse con Romana . Así que llamé a esta amiga, Pamela DeJohn. Ella me aconsejó que si estaba interesada en aprender sobre Pilates debía acudir a la fuente, Romana Kryzanowska, que estaba justo en la ciudad a media hora de nosotros. Mi amiga se prestaba a ayudarme para entrenarme y preparar mi cuerpo para luego entrenar con Romana y perseguir la certificación con ella. Y lo interesante es que yo nunca había hecho Pilates, pero quería certificarme debido al interés que tenía el dueño de abrir un estudio. De manera que, en un período muy corto de tiempo -unos tres o cuatro meses- con la ayuda de esta amiga mía, Pamela, y también algunos de los maestros que ya se habían certificado con Romana en la ciudad, y recibiendo clases en el segundo estudio de Romana (en la calle 72), logré preparar mi cuerpo y aprender el método lo suficiente como para poder audicionar para la escuela de Romana, e ingresar al programa de capacitación docente. La audición la hice con Sari, la hija de Romana y una vez que fui aceptada en el programa de formación de profesores, creo que realmente comencé mi comprensión y mi camino para convertirme en profesora de Pilates y comencé a enamorarme de Pilates. Así que la realidad es que mi primer contacto con Pilates fue más bien una decisión comercial (risas), y entré en ello antes de haberme realmente enamorado del Pilates.
Fue más bien una decisión de negocios y desde entonces nunca dejé de hacer Pilates. Eso fue en 1999. Después continué entrenando con Romana. Tomé muchas clases, esta amiga mía Pamela me ayudó a continuar mi entrenamiento. Y después de obtener la certificación, ¡en el plazo de seis meses estaba abriendo un estudio en Nueva Jersey! De manera que tuve que contratar profesores de la ciudad de Nueva York que contaran con la certificación. Así que ahí estaba yo, dirigiendo un estudio de Pilates sin ni siquiera haber impartido clase nunca. Fue posible gracias a que contaba con estos profesores de Pilates que venían de la ciudad y que estaban certificados por Romana. Y después fui contactando con otros amigos que pensaba que les podía interesar, y les ayudé a irse cualificando con Romana. Así que en el plazo de unos cuatro años logré tener una cantidad de profesores contratados y certificados por Romana.
Continué por ese camino, hasta el momento en que dejé los estudios que estaba administrando (porque era el estudio de otra persona y yo simplemente lo gerentaba). El propietario, de hecho, terminó cerrando su negocio. Y en 2015 fue cuando volví a contactar con Pam Dijon, quien me introdujo en las formaciones en un primer momento . Ella había estado viviendo en Australia, luego regresó a los EE. UU. y abrió un estudio de Pilates pero en dos años el negocio aún no estaba siendo exitoso. De manera que decidimos unirnos empresarialmente y abrir Authentic Pilates Learning Center, con Pam, que hoy es APLC. Durante la pandemia, Pamela DeJohn. se jubiló -tiene casi 80 años-, así que ahora está jubilada y tengo un nuevo socio comercial. Y así es como llegué al Pilates.
Te formaste con tres grandes maestros, como son Romana Kryzanowska, Sari Mejia Santo y Bob Liekens. Todos ellos exponentes fieles a la escuela clásica. A la hora de impartir tus formaciones, ¿eres fiel a una escuela concreta o combinas de manera ecléctica diferentes conocimientos y enfoques que no sean exactamente originales?
En Authentic Pilates Learning Center, lo que enseño a mis clientes y lo que enseño a los profesores es el trabajo original de Romana. Mi experiencia al obtener la certificación con Romana primero, luego en 2005, inicié una segunda certificación con Bob Liekens y seguí intentando seguir creciendo y aprendiendo, y mi experiencia solo ha sido dentro del método original clásico. Estudié un poco con Blossom Leilani, discípula de Kathy Grant. Blossom estudió con Kathy Grant durante 17 años y fue una de sus asistentes. Yo quería aprender un poquito más del legado de Kathy Grant. Tuve dos profesores que trabajaron para mí que tenían experiencia y estudiaron con Carola Trier y luego conocí a Sonje Mayo, quien estudió directamente con Joseph Pilates. De manera que ése es el método que sigo, es el método que enseño. La base de mi programa de formación docente es Romana. Me formé con ella y también con Bob Liekens, quien le acompañó durante más de 20 años.. También sigo en formación continua a través de entrenos personales y mentorías con Sonje Mayo y Blossom Leilani, que fue alumna de Kathy Grant durante 17 años. Así que, en resumen, creo que mi formación y lo que hago a día de hoy está estrictamente basado en Romana, con una pequeña visión de algunos otros elders.
Nota de FuentePilates: Seguramente sepas quiénes son los Elders de Pilates más renombrados, pero ¿sabías que hay más? No te pierdas los artículos que hemos publicado sobre esto. Te los linkamos al final de este texto.
Tú estás ubicada en Nueva York. ¿Cómo puede la gente de fuera de Estados Unidos acceder a tus clases/sesiones y formaciones?
Tengo dos estudios en Nueva Jersey –uno en Mahwah y otro en Millburn- y en ambos ofrezco el programa de formación de profesores. También realizo programas de formación docente en Brasil . En ocasiones he ofrecido formación en Corea del Sur y estoy buscando venir a Europa para hacer un programa de capacitación docente. En cuanto a clases, ofrezco talleres, viajo bastante y disfruto impartiendo talleres y transmitiendo la información que tengo.
La mejor manera para conocer mejor qué es lo que enseño es asistir a algún taller conmigo. Y quién esté interesado en hacer una formación docente conmigo puede consultar las ubicaciones donde se realizarán. Debido a que viajo bastante, mi disponibilidad para impartir clases privadas es reducida, aunque siempre se puede recibir clases con mis profesores y mis aprendices. Lo que sí que tengo es una plataforma en línea que alberga miles de videos con lo que he ido enseñado a lo largo de los años. En YouTube también hay publicada alguna clase. Y luego está Pilatesonline.com, donde tengo grabado gran parte del trabajo de pilates auténtico que hago y que es una de las mejores formas de conocerme, o un buen recurso para aquellos que quieran obtener un poco más de esa práctica individual, sin que sea presencial.
Como Master Teacher, ¿cuáles crees que son las aptitudes imprescindibles que debe tener un profesor de Pilates?
Para ser, y para llegar a ser un buen profesor de pilates, se debe tener la paciencia para ir participando en buenos pequeños talleres; conseguir una buena base y experiencia con profesores bien cualificados para continuar con tu formación, con el objetivo de que dentro de 5 a 10 años puedas ser un buen profesor. No se consigue ser buen profesor ni en uno, ni en dos ni en tres años.
Además de estudiar Pilates, ¿recomiendas algún otro tipo de formación o conocimientos complementarios para los profesores de Pilates?
Eso depende del bagaje del profesor. Si se trata de alguien con experiencia previa en el mundo del movimiento, o en la fisioterapia, o en la educación física, entrenamiento personal … ésas son personas que parten ya de un conocimiento y comprensión del cuerpo. Pilates te explica cómo funciona el sistema y cómo se aplica al cuerpo, pero la persona necesita unas bases de conocimiento de anatomía y experiencia en el área. Deben recibir capacitación externa. Sonje Mayo hace cursos de anatomía. Yo suelo invitar a profesores externos, de otras áreas, incluidas lesiones, porque considero importante para que el maestro continúe su formación.
Por tu experiencia internacional, ¿notas o sientes diferentes energías en función del país?
Es muy interesante y gratificante para mí porque me lleva a darme cuenta de cómo la cultura y el entorno favorecen distintas energías. Incluso ahora me refiero a “las columnas asiáticas” por las diferencias que he percibido.
¿Quizá debas hablar diferente, no?
Sí, lógicamente los contextos son distintos. En Brasil, por ejemplo, estoy enseñando a muchos fisioterapeutas y en Estados Unidos tengo menos gente que viene de esa rama, así que tengo que darles mucha más unificación en lo que respecta al cuerpo. Aquí [en España] cuando vengo a talleres es también algo diferente, porque suelo encontrarme más mezcla entre clásico y contemporáneo.
Así que tienes razón.
¿Qué le dirías a toda la gente que empieza ahora su formación de pilates para convertirse en profesores, o a los profesores recién formados?
Mi primer consejo sería recomendarles que hagan una capacitación completa para seguir el método. Que obtengan primero una certificación docente completa, con buenos fundamentos y que les proporcione una buena base. Que sigan el sistema y no se preocupen demasiado en estar haciendo talleres o aprender distintas cosas. Que vayan adquiriendo experiencia. Que persistan y, ya con el tiempo, irán profundizando en entender las particularidades y diferencias entre personas.
¿Qué opinas de la incorporación de distintas disciplinas a Pilates?, como por ejemplo, Pilates Barre, Pilates en Hamaca, Yoga Pilates, etc.
No estoy en absoluto de acuerdo con mezclar ninguna disciplina con el método Pilates. Creo que si alguien quiere enseñar barre debe enseñar barre; si quiere enseñar Pilates, debe enseñar Pilates. O si se quiere enseñar kickboxing. Todas y cada una de las formas de movimiento son maravillosas, pero no puedes combinarlos, son todas son individuales. O se está practicando Pilates, o se está haciendo barra, o se está haciendo yoga.
¿Percibes consumismo en nuestro sector?
Sí, en cierto modo es a lo que me refería anteriormente al hablar de la paciencia. Mucha gente busca gratificación instantánea. Ya sabes, quieren tomar una pastilla para sentirse más saludables, quieren tomar una pastilla para perder peso, etc. Pero no ponen la paciencia para trabajar sus propios cuerpos.
¿Qué objetivos o proyectos tienes entre manos, que nos puedas compartir? Por ejemplo, ¿vas a escribir un libro?
No, nunca he pensado en escribir un libro. Lo que sí pretendo es continuar expandiendo el programa de capacitación docente porque creo que es importante que las personas tengan unos buenos cimientos y una buena base. Una vez que consigues eso y, si fortaleces tu cuerpo y entiendes el método, puedes hacer cualquier cosa. Si has comprendido bien el método puedes ir con él a cualquier parte, acompañado de tu cuerpo y trabajar en cualquier escuela sin riesgo de lastimarte.
Así que me gusta la idea de ampliar el programa de capacitación docente. Para mí es más gratificante enseñar a los profesores a entender el método que no dar talleres. Porque en los talleres dispongo una hora y media, dos, seis u ocho horas. Y prefiero pasar 1 año o 2 con esa persona. De esa manera puedo transmitir toda la información que tengo en la cabeza y en el corazón. Y no siento la frustración de haber transmitido sólo un poco, percibir que las personas no lo captaron plenamente y quedarme con esa preocupación.
Gracias, Erica por estas palabras. Para finalizar, ¿hay alguna otra reflexión que quisieras compartir?
Lo único que yo, en general, pretendo transmitir –porque es algo en lo que creo y que experimento en mi día a día- es que el Pilates es una forma de vida. Es una pasión, es un modo, es igual de importante para mí como comer y estar sana, llevar un estilo de vida saludable o tener buena vida familiar. El Pilates forma parte de la persona. Una vez que aceptas la filosofía, puedes transmitirla a tus clientes, o a tus estudiantes si haces capacitación docente, también a tus aprendices. Cuando haces lo que predicas, se convierte en una experiencia mucho mejor. Y es una verdadera experiencia el compartir el conocimiento desde un nivel más personal y profundo; no sólo transmitir los ejercicios, sino transmitir una pasión en el estilo de vida. Yo comencé con Pilates cuando tenía 30 años. Ahora estoy en mis 60, me siento igual de feliz y me siento más fuerte y sana que entonces. Y eso es lo que quiero transmitir a mis clientes y a los profesores que se ponen en contacto conmigo.
¿Dónde puedes encontrar a Erica?
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