El pasado día 29 de mayo de 2021, me invitaron a participar como entrevistada en un congreso virtual llamado Cómo crear un Negocio Exitoso como PERSONAL TRAINER. Junto a su organizador, y otra diversa lista de entrenadores, el propósito era visualizar distintos modelos de éxito personal y empresarial, que pudieran servir de inspiración a gente que se esté iniciando o pretenda dar un giro a su enfoque profesional.
Debo reconocer que, inicialmente, no vi ningún motivo para considerar mi ejemplo una “historia de éxito”, pero lo cierto es que me convencieron de que de algún modo, mi relato podía ser inspirador. Así que, como digo yo, me tiré a la piscina (a veces conviene hacerlo). Y preparé un contenido, entorno a las probables preguntas que me harían.
Y tú sabes lo que suele pasar cuando planificas algo mucho, ¿verdad?
Pues efectivamente, lo que sucedió es que no me preguntaron nada de lo previsto, a pesar de que ¡las preguntas estaban pactadas! Jajaja. Es que lo pienso y me troncho.
El congreso del que surgió todo
En definitiva, la conversación en directo tomó otro camino, también muy apropiado y que todos disfrutamos (puedes verlo en el link de aquí abajo, si lo deseas). Pero me quedé con las ganas de compartir algunos de los pensamientos a los que había llegado inicialmente, porque en algunos hay cierta profundidad.
Link al maratón: Cómo Crear un Negocio Exitoso como PERSONAL TRAINER
En las siguientes líneas te dejo algunas de las ideas principales, que quizá como profesor pudieran sugerirte algo.
Son prácticamente mis notas en iniciales, así que veréis que está escrito en forma de entrevista.
Puedes leerlo del tirón o seleccionar los encabezados que más te resuenen. Los últimos apartados, además, ofrecen algunos consejos personales y orientación para profesionales el método.
Espero que te guste.
Tu historia como profesora de Pilates.
Empecé a trabajar como entrenadora personal de Pilates en el año 2004. Antes de eso trabajaba en áreas de administración. Lo que cualquiera definiría como “oficinista”.
Cuáles son tus éxitos profesionales
Te digo que ésta fue la pregunta con la que encontré mayor conflicto. En mi interior, considero los éxitos más relacionados con aspectos inherentes a la persona, a la familia, a las propias limitaciones y del entorno. Me costó muchísimo concretar momentos de éxito profesional. Y conforme escribo estas líneas estoy casi segura de que a muchos de vosotros os pasaría lo mismo si hicierais el ejercicio. Te animo a hacerlo. Escribe tus éxitos. Es bastante revelador. Verás que te cuesta bastante. Esto es lo que escribí yo.
Mi primer éxito profesional fue DAR EL SALTO. Un día decidí iniciar el camino hacia convertirme en profesora de Pilates.
Llevaba años trabajando en el sector de los viajes e idiomas. Antes de eso había estudiado una carrera universitaria de gestión. Pues no os miento si os digo que nunca antes había tenido una discusión de semejante calibre con mi padre.
Mi decisión de cambiar de profesión liberó todos los fantasmas. Creo que él sentía todas sus expectativas y sueños hacia mí hundirse. A su parecer, abandonar mi carrera de ese momento era la decisión más burda e inmadura que podía tomar. De repente, querer convertirme en “profesora de gimnasia” era la prueba irrefutable de que su hija era una niña mimada, acomodada, sin capacidad de esfuerzo, sin determinación, voluble e incapaz de llevar una vida respetable. Sobreponerme a esa conversación tipo apisonadora fue, sin duda, el primero de mis éxitos. Quizá el más relevante de todos. Pero dio pie a algunas otras cosas.
Según lo previsto, fui a apuntarme a una formación exhaustiva (me refiero a unas 400 horas de mat y 600 de studio, aproximadamente; ahora no lo recuerdo con exactitud). Quien me vendió el curso se sorprendió enormemente de que quisiera ser profesora de pilates sin tener un bagaje en el mundo de la danza o el movimiento. De hecho me insistió bastante en que no era lo normal, que me resultaría muy difícil, etcétera, etcétera. Así que me preparé físicamente cuanto pude en los meses previos a comenzar la formación. A veces las dudas de otros me causan ese efecto: me pongo las pilas. Puede ser hasta positivo.
Segundo súper éxito: superar las dos certificaciones, que además tomé el mismo año en contra de las recomendaciones de todo el mundo (que aconsejaban hacer suelo primero y después máquinas). Y que además, como estoy segura que es el caso de muchos de vosotros, cursé mientras trabajaba a tiempo completo. Ya sabéis cómo va esto: fines de semana dedicados exclusivamente al pilates, clases, prácticas, etc. Por este camino hemos debido pasar todos.
Yo en la pausa del trabajo (aprox. 2007)
Mi siguiente éxito sí que me dio subidón (y respeto). Por aquel entonces yo trabajaba en un lugar llamado International House Madrid, en la calle Serrano. Prácticamente frente a mi ventana, llevaban un año construyendo un centro de entrenamiento personal absolutamente exclusivo, con una estética y elegancia que me fascinaba. Bueno, eso es lo que yo pensaba porque en realidad todo lo que conocía de ese futuro centro de entrenamiento eran sus elegantes toldos negros, rotulados en letras plateadas, que pusieron mientras el lugar estaba aún sin hacer. Yo quería trabajar ahí, y solamente ahí. Solicité un puesto. Me hicieron como 4 entrevistas diferentes, con distintos cargos de la organización. ¡Y me escogieron! Fue el mayor y mejor arranque de profesión que pude tener. Durante cuatro años y pico, formé parte de un equipo profesional de increíble valía, entusiasmo, competencia y entrega. Fueron momentos especiales. Súper éxito para mí.
Esto es lo que comentaba antes. Seguro que hay mil cosas, que en comparación con otros profesionales no te parecen éxitos, pero lo son para ti. ¡Esos son los que cuentan! Fíjate en los tuyos y date una palmadita en la espalda. Tampoco pasa nada por hacer eso de vez en cuando.
Del punto anterior surge otro posible éxito. Y es que en aquella época, con 25 años, ganaba un pastizal. O lo que a mí me parecía un pastizal (hablo de entorno a 3.900 euros netos mensuales). Seguía trabajando en oficinas porque me encanta y la combinación de ambas profesiones me parecía lo ideal, y era como más disfrutaba, a pesar de que mis jornadas laborales eran eternas. Me sentía completamente satisfecha. Vivía en mi propio piso, acondicionado a mi gusto, tenía mi pareja y fuerza para todo. No lo hubiera cambiado por prácticamente nada.
Pero llegaron los imprevistos. Y lo dejé todo por amor. No tuve ni una duda. Ni una.
No sé si eso es un éxito pero me siento genial por ello.
En el traslado a otra ciudad, sin trabajo ni plan concreto, me centré en aportar a la comunidad profesional. Creé FuentePilates, después encontré trabajo y un poquito más adelante me decidí a estudiar el ejercicio físico en profundidad.
Los siguientes “éxitos” (os recuerdo que la entrevista iba de narrar éxitos. Yo lo hubiera quizá llamado hitos o etapas de la vida) fueron:
Aprobar la cualifiación de ERA Advanced, por Resistance Institute, que fue mucho más que duro.
Y matricularme en Fisioterapia a pesar de muchas recomendaciones en contra. Terminarla. Graduarme. Ser contratada como docente universitaria recién salida de mi grado (puedes llamarlo osadía o éxito, según cómo se mire). Iniciar mi camino en la investigación en ciencias de la salud, y seguir ahí.
Mi primer día como docente universitaria. Selfie inédito.
¿Por qué lo hiciste? ¿Cuáles eran tus motivaciones, inquietudes? Consejos a los que empiezan ahora en el sector, y a los que están ya pero sienten que no han alcanzado el éxito
Siempre he dividido el trabajo en dos bloques principales.
Como entrenadora lo hacía por mejorar el estado de salud de los clientes. También por tener una profesión amable y de la que pudiera vivir bien. Del deseo de ayudar surgió más adelante la sensación de que debía seguirme formando.
Como miembro de un gremio profesional, mi motivación era (y sigue siendo) aportar y ayudar a crecer. Acercar recursos gratuitos y eliminar barreras. FuentePilates surgió así; para informar de manera objetiva, con independencia, y toda la ética que me resultara posible.
Las dificultades, críticas, golpes duros. Los apoyos. Tus secretos para seguir hacia delante y poder conseguir tus metas
Yo no sé qué os parecerá a vosotros pero a mi me da la sensación de que las mayores dificultades, a menudo son inherentes a uno mismo. Cada uno tiene sus obstáculos.
- Creencias incapacitantes. Me refiero a pensamientos del tipo “yo no sirvo para tal o para cual”, “esto no es para mi”).
- Responsabilidades o ataduras (por ejemplo tener que cuidar de un familiar o ser responsable del funcionamiento de una empresa).
- Condiciones de salud que te eviten poder llevar el ritmo que la profesión demanda.
- Falta de apoyo o, peor aún, oposición activa a tus deseos o ilusiones (personas cercanas que lo desaprueban, y cuya opinión te afecta porque te importa).
Yo he luchado fundamentalmente contra mis propias limitaciones. Por suerte, he contado siempre con mucho ánimo y apoyo de mi entorno cercano. Mi agradecimiento al universo por esto es infinito.
Haciendo el esfuerzo de concretar cuáles son mis puntos fuertes para seguir adelante, diría que se trata de lo siguiente.
En primer lugar, creo firmemente en las capacidades humanas. Es algo aprendido de mi madre. No hay problema sin solución. Una mente flexible siempre encuentra el camino.
También creo que es útil mantener inquebrantados algunos valores. Personalmente, me desestabilizo si actúo en contra de mis convicciones. Si me mantengo alineada, mi energía no se agota.
Es posible que me ayude también mucho considerar el éxito y el fracaso como tendencias (no como resultados finales). Tener éxito o fracasar es algo que hay que mirar como quién mira una gráfica estadística. Debe mirarse a distancia, para ver la línea completa y no un único punto. Porque un acontecimiento, un resultado concreto en la trayectoria no dice nada útil. Tampoco lo hacen dos, ni tres puntos. El trayecto suele ser irregular. Sube y baja y se desvía. Para ni siquiera plantearte analizar, tienes que mirarlo HOY con la vista hacia atrás. Pregúntate, ¿estoy donde quería llegar? No lo enfoques con la mirada hacia adelante. Lo que tienes por delante son tus aspiraciones. Mirando hacia adelante siempre estás en el punto de partida. Hacerlo bien es estar cada vez más cerca de tus objetivos pasados. Y/o conseguirlos.
Hay que contemplar el éxito con perspectiva.
Y, por último, escápate de los estereotipos. Tú eres tú y ningún otro modo de vida debe ser tu modelo. Si acaso, podría servirte de inspiración, para personalizarlo y hacerlo tuyo. Pero no debes medirte con modelos externos. Al menos, generalmente creo que es un enfoque poco productivo.
Tus próximas metas. Tú en 3 a 5 años.
Tiene pinta de que a nivel académico, estaré los próximos tres años -al menos- doctorando y profundizando en temas de adherencia el ejercicio físico y cambios de hábitos de vida.
En lo profesional (si es que estas dos cosas se pueden separar), quiero centrarme en liderar la transición de FuentePilates (FP) hacia un acompañamiento más profundo y constante del profesor de pilates.
FP nació con vocación de servicio y es hora de dar un paso más hacia adelante. Hasta ahora, desde la web hemos aportado lo que nos ha parecido oportuno y lo hemos hecho con muchas aportaciones voluntarias, pidiendo y haciendo muchos favores y trueques.
Desde este mismo otoño, espero lograr aportar un servicio de mayor valor, conseguir una discreta entrada económica y poderlo revertir en un equipo profesional que me supere. Porque los equipos siempre superan al individuo. Y estoy convencida de que podemos colaborar mucho desde nuestro planteamiento plural y abierto.
¿Qué consejos darías a los personal trainer que aún no han alcanzado “su éxito”?
No soy muy amiga de dar consejos “en vacío”. Mi abuelo solía decir que para conocer a alguien debes primero haber compartido con esa persona un saco de sal. ¡Un saco de sal! ¡Ni me imagino lo que puede durar eso!- Posiblemente, el abuelo tenía razón.
Pero el ejercicio aquí es intentar compartir ideas que aporten a la mayoría. De modo que aquí están mis propuestas.
4 consejos para alcanzar el éxito en tu profesión
- Define lo que es para ti el éxito.
A veces te sientes vacío porque lo que tienes no es lo que quieres. Y puede que no estés empleando los medios necesarios para llegar a tu objetivo.
- Piénsalo de nuevo porque cierto éxito sí has alcanzado. Otra cosa es que quieras ahora algo nuevo y diferente a lo que querías antes. Analiza, ¿qué cosas merece la pena repetir? Y ¿qué cosas merece la pena descartar?
- Busca un éxito lleno, no un éxito vacío. Hazlo desde la integridad. Así, suceda lo que suceda, tú siempre te sentirás sereno, entero. No creo que nadie se encuentre bien –ni en el éxito ni en el fracaso – sintiéndose ruin o rastrero.
- Si vas a emprender, ponte en perspectiva a ti mismo. ¿Qué cualidades tengo bien desarrolladas? ¿Cuáles son mis competencias? ¿Qué se necesita para triunfar y cómo puedo establecer colaboraciones que lo faciliten?
Sé paciente y crítico. El éxito no es inmediato. Se desarrolla. Y para saber si la evolución es buena hay que ir midiendo las “constantes vitales” de tu negocio. En nuestro caso estas constantes vitales suelen ser las opiniones de los clientes.
Recomendaciones concretas PARA AQUELLOS QUE SE INICIAN AHORA EN LA PROFESIÓN
Para que tu éxito sea duradero, creo que debes emplear unos 10 años en nutrirte. Te recomiendo que te juntes a excelentes profesionales. Que no pretendas triunfar por un golpe de suerte. Que estés preparado para trabajar duro y que hagas el esfuerzo de reflexionar sobre lo que vas vivenciando.
Si te vas a meter en un negocio, intenta identificar tus fortalezas, definir qué cualidades más hacen falta y complementarlas con especialistas. Funciona mejor cuando cada uno se dedica a lo que controla.
Recomendaciones para AQUELLOS QUE YA SON PROFESIONALES del entrenamiento, les diría que:
SÍ HAS SIDO EXITOSO. Sólo tienes que mirar hacia atrás y ver de dónde vienes.
Si vas a emprender, quizá puedes hacer estas consideraciones antes:
- En el caso de que estés en disposición de meter tiempo, ilusión y dinero como si fueras joven: emprende con liderazgo, y crea un equipo.
- Si no estás en disposición de invertir con la fuerza que requiere el punto anterior, asóciate con alguien que ya tenga un buen cotarro montado, y que confíe en tu valía. Hazte parte de otro equipo.
- Y si no estás seguro ni de a) ni de b), mide tu éxito de otra manera. Una buena forma de hacerlo es detectar la opinión de tus clientes y cómo ellos valoran lo que haces y el servicio que das. Ve haciendo ajustes para aumentar su satisfacción ¡y vuélvete exitoso! Porque donde hay clientes contentos, hay negocio floreciente.
Espero que algo de todo esto te proporcione un puntito de apoyo para dar un saltito cualitativo.
Gracias por tu atención. Ánimo, y ¡adelante!
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