Como fisioterapeuta con un interés particular en las lesiones deportivas y la aplicación clínica de Pilates, la temporada de maratón es uno de mis momentos más intensos del año.
Decenas de miles de corredores se han decidido ya en toda Europa a comenzar el régimen de entrenamiento extenuante necesario para completar con éxito un maratón o han sido inspirados por los maratonianos para ponerse las zapatillas y mejorar su forma física corriendo.
Incluso para los corredores experimentados, las tensiones y dolores causados por un programa de entrenamiento tan exigente comienzan a mostrar su desagradable cara, y entonces empiezan a considerar la posibilidad de un poco de ayuda adicional de un fisioterapeuta. La fisioterapia es fundamental en todas las etapas del entrenamiento para evitar que los pequeños traumas de esfuerzo se conviertan en lesiones más problemáticas. Los problemas más clásicos que veo normalmente en los corredores, sobre todo durante ese par de meses antes de la carrera, son el síndrome de la ITBS (banda iliotibial), dolor de las lumbares, dolor de rodilla y dolor en la ingle. Todos estos problemas son, en la mayoría de los casos, debido a desequilibrios musculares, que pueden ser evitados fácilmente mediante ejercicios de PILATES.
Clínicamente, los ejercicios de Pilates se adaptan a cada persona y en todos los casos se hace una evaluación antes del tratamiento para conseguir un programa de tratamiento/ejercicio óptimo. Sin embargo, como muchas de las lesiones más habituales relacionadas con el correr se pueden evitar usando Pilates, me gustaría compartir algunos de los ejercicios clave de Pilates clínico, que he prescrito una y otra vez con gran éxito a los corredores que vienen a verme en Fisioplus Pilates (www.fisiopluspilates.com).
Desequilibrios musculares comunes se producen con gran facilidad durante el entrenamiento para un maratón o al correr largas distancias regularmente, debido principalmente a las estrategias de compensación que se adoptan cuando los músculos clave se comienzan a fatigar. Uno de los músculos de fatiga rápida es el glúteo medio, que es el principal responsable de la estabilización del movimiento lateral de la pelvis al estar de pie sobre una pierna. En un maratón el corredor da como mínimo 41.000 pasos. Cada uno de los pasos requiere que el glúteo medio de la pierna estabilizadora se active adecuadamente para permitir la colocación del otro pie en frente. Cuando se produce la fatiga y la tarea queda inconclusa, se necesita la concurrencia de otros músculos para ayudar. Estos otros músculos, exigidos en exceso, se ponen muy tensos y se acortan, causando síntomas en esta zona por falta de una biomecánica óptima al correr.
Por ejemplo, si el glúteo medio no funciona en su manera óptima, hay tres estrategias de compensación muy comunes. La primera es que la zona lateral de la pelvis, que incluye el tensor de la fascia lata (TFL), y, a continuación la banda ilio-tibial, se activan. A causa de la repetición, acaban acortándose, produciendo dolores en los laterales de la rodilla. La segunda es una historia parecida en los flexores de la cadera, que acaban causando problemas en la zona de la ingle. El tercer resultado de compensar la falta del glúteo medio se ve en las lumbares. Estos tres síntomas, si han comenzado por falta de estabilidad en la pelvis, se pueden corregir mediante los ejercicios que se muestran en el adjunto con mucha más eficacia que tan solo estirando los músculos donde aparecen los síntomas. Es la diferencia crucial entre tratar la causa o el síntoma.
Actualmente hay una corriente de terapeutas e instructores de Pilates progresivos promocionando clases de Pilates “restaurador” que se pueden incorporar entre el entrenamiento para correr y el entrenamiento físico más intenso. La idea es restaurar algunos de los desequilibrios musculares y patrones comunes de “uso excesivo” que se producen durante el entrenamiento.
Al trabajar el músculo de una manera diferente a lo largo de toda su longitud, como ocurre con el Pilates, se promueve el uso de diferentes fibras musculares y por tanto se reduce la tendencia a que partes del músculo se acorten y se hagan más voluminosas. Los músculos acortados son mucho menos eficientes que los más largos, más fuertes y de fatiga lenta. En una actividad repetitiva como correr, mejorar la eficiencia del músculo tendrá resultados muy positivos, entre ellos un mejor rendimiento y una reducción del dolor y los traumas de esfuerzo fácilmente evitables.
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Zoe Queally es Fisioterapeuta colegiada y especialista en la aplicación clínica de Pilates. Es directora de Fisioplus Pilates – Centro de Fisioterapia y Pilates con sede en Barcelona, España, y desarrolla e imparte cursos de formación en toda Europa para Fisioterapeutas, Osteópatas e Instructores de Pilates ya formados en la aplicación clínica de Pilates.