Ante poblaciones cada vez más longevas, el Pilates se posiciona en la cumbre del cuidado de la salud, también para personas mayores.
Una de cada cuatro personas residentes en Europa y América del norte serán mayores de 65 en el año 2050, según estimaciones de las Naciones Unidas (2019). Por si esto fuera poco, a nivel mundial se espera que el número de personas mayores de 80 años se triplique entre 2019 y el año 2050. El caso de España es preocupante. Nos encontramos en el top 10 de los países con mayor avance de edad. Por delante de nosotros sólo hay países de Asia o el Sudeste asiático. Sí, has leído bien. De los países de Europa, estamos absolutamente en la cola.
Nos gustaría que la introducción a este tema, así como las estadísticas alarmantes terminaran aquí, pero no lo hacen. La situación parecería sostenible si la expectativa de vida se alargara (como ya lo hace) pero a la vez hubiera un nutrido grupo de jóvenes activos y produciendo valor económico. Hasta la fecha, en España era ésta la situación. Sin embargo, las proyecciones para el año 2050 nos sitúan en el top 3 de mayores ratios de dependencia de las personas mayores. Se trata del ratio que evalúa la relación entre cantidad de gente mayor por cantidad de población joven en edad de producir. Las cifras no son halagüeñas. Tú mismo puedes comprobrarlo mirando el gráfico que presentamos a continuación. Verás que en 2019 España ni aparecía en el dibujo, y sin embargo, la previsión es que para 2050 nos convertiremos en el tercer país más envejecido y menos sostenible de la lista.
No sabríamos decirte cómo se va a solucionar el asunto de que no haya gente joven. Pero sí sabemos qué se puede hacer para que las personas mayores de 65 no se conviertan en socialmente dependientes.
Una de las claves, como seguro has adivinado, es darle vida a los años.
Aportando mejores condiciones de salud, la dependencia social (de hijos u otros familiares) y económica (gastos sanitarios, infraestructuras, etc) se podría ver muy favorablemente influenciada.
Y no se conoce ninguna intervención mejor para dotar de autonomía, salud y bienestar a las personas que el ejercicio físico y el aumento de la actividad física global.
Parece una afirmación propagandística. Pero en esta ocasión, el consenso mundial es rotundo. En palabras del American College of Sports Medicine, una institución de prestigio reconocido, estos son algunos de los beneficios que derivan de llevar una vida diariamente activa:
- Reduce el riesgo de caídas y lesiones derivadas de caídas
- Te ayuda a mantenerte independiente
- Preserva la salud de tu cerebro, y reduce los riesgos de desarrollar demencia/Alzheimer. Además, te ayuda a pensar mejor.
- Disminuye el riesgo de desarrollar nuevos problemas crónicos de salud (como diabetes, hipertensión o enfermedad cardíaca) y reduce la probabilidad de que empeoren
- Baja el riesgo de padecer varios tipos de cáncer y ayuda a evitar que se repitan.
Desde FuentePilates, creemos que esta enumeración de beneficios de la actividad física pueden incluso ser muchos más, si utilizamos un programa de ejercicio bien planificado y continuado.
Hemos hablado con dos experimentados profesores de Pilates, quienes han compartido con nosotros su opinión y experiencia trabajando con alumnos mayores de 60 años, y de 70 y de 80.
No te pierdas esta entrevista escrita con David López y Judith Rectoret Sardà, y la video promoción que hemos realizado para que profesores y alumnos se animen a practicar Pilates por encima de los 60 años.
Aquí tienes el vídeo:
CONOCE LO QUE OPINAN LOS PROFESIONALES
FP.: ¿Cómo viven los adultos mayores la exposición al método Pilates como forma de ejercicio?
David: “ Las sesiones para l@s alumn@s más seniors de nuestros centros, son sesiones súper gratificantes. Su actitud, por lo general, es muy positiva, abierta y predispuesta a hacerlo bien, agradecen tu esfuerzo y ell@s lo devuelven de la misma manera. ¡Confían en ti! Y eso… ¡Me encanta!
Evidentemente, como en todos los casos, puede haber personas seniors con una movilidad mucho mejor que otras personas mucho más jóvenes, por lo que será muy importante tener en cuenta esa valoración inicial antes de preparar las clases y/o de incluirla en un grupo, teniendo en cuenta ya no solo la edad, sino sus dolores y patologías previas, así como su condición física en general. Bajo mi punto de vista, el enfoque para este grupo de alumn@s, es mucho más adecuado, claramente, en Pilates máquinas que no en mat.».
Judith: “El Método Pilates se basa en el movimiento y debido a sus características es un gran aliado para mejorar la calidad de vida en el proceso de envejecimiento, mantener o recuperar la autosuficiencia y la autoconfianza. Nuestros alumnos se sorprenden por los resultados obtenidos a corto plazo, lo que les motiva a seguir asistiendo a las sesiones. No olvidemos que habitualmente la merma cognitiva no va a la par de la física, y por tanto, mantienen la capacidad de comprensión suficiente para entender los ejercicios e integrar la técnica. Debemos enseñarles y guiarles para que ellos sean conocedores de su propio cuerpo y asuman su parte en el proceso para conseguir los objetivos”.
FP.: Para los profesionales, ¿cuáles son los aspectos fundamentales a tener en cuenta al trabajar con personas mayores de 60 años?
Judith: “En cualquier programa, y especialmente para personas mayores, debemos tener la información de su estado de salud, contactando con su médico o terapeuta cuando sea necesario. Por ello, conviene que la primera sesión sea personalizada, para conocer al cliente y poder explicarle cómo funciona el Método y los beneficios de su práctica.
Dependiendo del perfil, tras la primera sesión continuaremos con entrenamientos personales o sesiones en grupo reducido con personas de características similares. Mi recomendación es practicar dos días por semana, en sesiones de 45 a 50 minutos de duración“.
David: “En todos los casos buscamos un mismo objetivo, la mejora de la calidad de vida del cliente y para ello el trabajo del método Pilates adaptado en algunos o en todos sus ejercicios, si así hiciera falta, y buscando la funcionalidad al movimiento, nos puede beneficiar tonificando la masa muscular y protegiendo así el esqueleto, que como ya conocemos disminuye su calidad ósea, con el paso de los años».
FP.: ¿Qué aspectos tenéis en cuenta para la planificación de las sesiones?
David: “Si el enfoque en las clases es funcional, con mimo y cariño, estos alumnos mejorarán considerablemente su rango de movimiento articular y lo más importante, aliviarán o disminuirán considerablemente sus dolores crónicos… convirtiéndose, sin duda, en tus clientes más fieles y quienes te recomienden ante sus familiares o amigos.
Os animo a ver este tipo de clases como un aprendizaje mutuo, donde debes calcular y valorar en todo momento el qué y el cómo debes proponer tus sesiones, utilizando un tono de voz más suave y mostrando una actitud más cercana, dando indicaciones claras y sencillas. Muchas veces hay que bajar nuestro nivel de exigencia y olvidarnos de nuestro Pilates clásico o nuestra creatividad contemporánea, para proponer ejercicios básicos, sencillos y adecuados, claramente, desglosando lo que sería un ejercicio ideal.
¡No te olvides que el saber adaptarse, forma parte de nuestro trabajo!»
Judith: “Soy fiel al Método. Utilizo todo el abanico de posibilidades que nos ofrecen sus ejercicios y prácticamente todos los aparatos de estudio, y elementos como bandas elásticas, softball o magic circle, entre otros.
Siempre inicio una sesión con ejercicios pre-pilates, incluyendo trabajo de pies, y sobre el Cadillac por sus características; es más cómodo para el cliente, para tumbarse, sentarse, y para facilitar nuestra comunicación visual y auditiva.
Me focalizo en los ejercicios que mejoran la capacidad respiratoria, la alineación, la elongación axial, la fuerza y la resistencia muscular, la flexibilidad y, por supuesto, el equilibrio, fundamental en la prevención de las caídas, tan delicadas en estas edades. Ejercicios con pocas repeticiones para no cargar articulaciones y evitar la fatiga muscular excesiva, prestando especial atención a las muñecas y los tobillos. Ejercicios adaptados no solo a su capacidad y necesidades físicas sino al nivel de comprensión del cliente. Facilito la fluidez con transiciones lógicas, en los cambios tanto de posición corporal como de aparato. Tengo en cuenta la recuperación tras la última sesión y estoy receptiva a su estado físico-emocional diario, que es más propenso a cambios en esta población. Todo ello me ayuda a planificar progresiones lógicas y eficientes para cada caso.
Compartir con alegría y optimismo este proceso con mi cliente, alentándolo y celebrando sus logros, es mi ruta a seguir“.
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Ah, y no te pierdas el vídeo, en el que profesores y alumnos reales nos hablan de su experiencia.
¿Aún quieres saber más? – Infórmate sobre la osteoporosis.
O mira esta Pincelada de Pilates para personas mayores, con Ángeles Trabas Toro.