La comunidad pilatera se agrupa para obtener una resolución judicial acerca de quién ostenta los derechos de propiedad intelectual sobre determinados elementos históricos relacionados con el Pilates, o si por el contrario, nadie los ostenta.
El movimiento Pilates Transparency Project surge alrededor de la Sra. Mary Kelly, propietaria del estudio True Pilates Boston, quien recientemente ha sido demandada por el Sr. Sean Gallagher por la utilización, supuestamente indebida, de fotografías históricas en sus redes sociales y sobre las que el Sr. Gallagher declara exclusividad de uso.
¿Te suena este tipo de problemática?- Si te está sonando a algo conocido, estás en lo cierto, pues a finales de los años 90 ya se vivió una situación “similar”.
El juicio de finales de los 90 que dio un giro de 180º a todo el sector profesional
Concretamente, y basando nuestras informaciones en datos obtenidos de la página web Pilates.com, en el año 2000 las cortes de Nueva York determinaron que, si bien el Sr. Gallagher había adquirido ciertos derechos, el nombre Pilates no era patentable para la comercialización en exclusiva de equipamiento. Aunque esto no fue lo único que se determinó en este proceso judicial, que se extendió desde 1996 hasta el año 2000 y que enfrentaba al Sr. Sean Gallagher (propietario del Pilates Studio en Manhattan) contra Ken Endelman y su empresa (actualmente conocida como Balanced Body), la mayor fabricante de equipamiento pilates en el mundo.
La resolución de la jueza Miriam Cedarbaum dictaminó que Pilates es un término genérico que los consumidores identifican con un método concreto de ejercitación física y, por ello, no podía ni puede ser monopolizado por una persona.
El juzgado también rechazó la argumentación de que sólo los instructores cualificados por el Sr. Sean Gallagher pudieran ser considerados profesores legítimos, y lo hizo teniendo en cuenta que Joseph Pilates había enseñado a varias personas y había en vida promovido el método y procurado su crecimiento y expansión en la comunidad. Y que nunca al parecer hizo nada para evitar que otras personas utilizaran su nombre para describir lo que enseñaban. Personalidades como Romana Kryzanowska, Carola Trier, Eve Gentry, Kathy Grant o Ron Fletcher enseñaban –en sus propias palabras—“Pilates”, lo que denota que el término hace alusión a un método de ejercicio y que, como tal, no puede ser protegido por la figura legal de una marca registrada o propiedad intelectual.
Esto, que ahora parece tan evidente, no lo era en absoluto hace unos años.
¿Cómo era el sector profesional del pilates antes del año 2000?
En 1992, el Sr. Sean Gallagher comenzó a interponer demandas judiciales a aquellos instructores que usaban la palabra Pilates. Ante esta situación, los profesionales debían cesar en su utilización del término, hacerlo a escondidas o pagar un cánon económico al Sr. Gallagher en caso de querer referirse a sus servicios con el término exacto “Pilates”. Muchos profesionales, con tal de poder seguir ejerciendo en sus negocios sin alteraciones, optaron por esta última opción, evidentemente.
En 1996, el enfrentamiento del Sr. Sean Gallagher con la empresa Balanced Body (antes llamada Current Concepts) llevó a su director, el Sr. Ken Endelman –anteriormente colaborador de Gallagher– a los tribunales. Estos dieron a Endelman la razón en el año 2000, sentenciando que un método de ejercicio no puede ser propiedad de nadie, por tratarse de algo genérico y no de una marca comercial.
Gallagher había adquirido con anterioridad la marca Pilates y la enseñanza d e sus ejercicios de la empresa llamada Healite, pero el juicio del año 2000 determinó que no se cumplieron los requisitos de buena voluntad necesarios para haber mantenido los derechos sobre la marca. En el año 2002 le sucedió algo similar con la marca Pilates Studio.
Healite no ostentaba además derechos de marca sobre la fabricación de equipamiento y, por tanto, el tribunal encontró que Gallagher tampoco los tenía. En su alegación, el Sr. Gallagher se había apoyado en la aportación de material documental para reforzar su posición, y por este motivo además, el tribunal le declaró culpable de fraude por “falsas alegaciones”.
Nota: Este artículo está compuesto a partir de lecturas realizadas en medios de divulgación digitales disponibles al público. Su absoluta veracidad no puede ser garantizada, como FuentePilates.es tampoco se hace responsable de la utilización de la terminología legal más exacta. Se recomienda discreción en su interpretación y futura posible difusión. Puedes encontrar información pormenorizada en el Podcast de Pilates4K, capítulo 67: el Pilates a Juicio.
La victoria de Endelman repercutió, evidentemente, en que la empresa Balanced Body pudo seguir manufacturando y comercializando equipamiento denominado “de Pilates”. Pero también benefició a los estudios de pilates en general, que a partir de ese momento pudieron rotular y anunciarse usando el término Pilates sin coacción ni miedo a represalias legales.
Esto contribuyó sustancialmente a un más fácil acceso del público al Pilates, y su exponencial crecimiento. Muchos profesores y estudio, destacando el de la Sra. Deborah Lessen, fueron junto con Ken Endelman, determinantes en conseguir esa sentencia.
También favoreció a otras empresas comercializadoras de equipamiento. Y posibilitó, en vista de muchos, el sueño de Joseph Pilates d e que su trabajo se extendiera a todos los gimnasios y colegios, y llegara a ser palabra común para cualquier ciudadano.
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La situación en el año 2022
En el siglo XXI, Sean Gallagher ha reclamado en varias ocasiones la propiedad y derechos de uso de ciertas fotografías o vídeos y en ocasiones solicita al publicante que las retire de sus publicaciones. Esto le ha pasado por ejemplo a FuentePilates.es, entre otras muchas cuentas y personas. En ocasiones la petición se realiza de manera directa entre el Sr. Gallagher y el afectado. En otras ocasiones, el Sr. Gallagher lo reporta directamente a la red social en cuestión donde el material ha sido divulgado. La red social entonces procede bien a la retirada de esos posts en concreto, como le ha pasado por ejemplo a la propietaria de la cuenta de IG @Open_access_pilates_archives, Christina Maria Gadar, y autora de varios libros, tal y como ella misma narra en un video declarativo. Pero también sucede que en algunos casos, la red social procede a la clausura definitiva de toda la cuenta de usuario, sin verificación legal de las alegaciones de quien reporta un uso supuestamente indebido de los materiales históricos.
Varias personas de renombre dentro de la comunidad profesional del pilates como Pamela Warshay, MeJo Wiggin, Heather Erdmann, Hila Paldi o Mary Kelly han tenido que pasar por esta situación.
Mary Kelly, propietaria de True Pilates Boston
El caso de Mary Kelly, propietaria del estudio True Pilates Boston, es en estos momentos el más relevante, pues ha sido expuesto a una demanda judicial por parte del Sr. Sean Gallagher. En su caso, Kelly está siendo demandada por compartir fotos en redes sociales. Según ella misma declara, en Octubre del año 2021, su cuenta de empresa en Instagram fue clausurada por haber sido reportada ante una supuesta violación de derechos de autor. Tenía 1.600 seguidores en aquel momento. La afectada, para continuar con su acción social, estableció al parecer una nueva cuenta, en la que esta vez incluyó citación/referencia a todos los materiales utilizados. Sin embargo, esta decisión terminó en el recibimiento de una denuncia judicial.
También algunos fondos bibliotecarios han sido afectados por esta problemática. En el año 2021, tas la alegación de que un particular ostentaba derechos de difusión exclusivos sobre varios materiales, algunas bibliotecas de los EE.UU. de América pusieron límite al préstamo y/o fotografiado de algunas colecciones de Pilates. Entre ellas, fue el caso de la Biblioteca Pública de Nueva York, así como de la biblioteca de la Universidad de Maine.
En el primero de los casos, transcurridos unos meses de restricciones al uso del material, los expertos de la universidad decidieron volver a abrir sus fondos al público de manera libre y sin restricciones. Mientras, la Universidad de Maine parece haber declarado que prefiere respetar la petición del particular y mantener inaccesibles sus fondos documentales digitales, por prudencia.
Como véis, estamos claramente en un momento en que la difusión del Pilates clásico resulta complicada y parece que nos encontramos en el camino de clarificar si esto debe ser así o, por el contrario, puede cambiar.
Donaciones al proyecto Pilates Transparency Project
El proyecto para la transparencia del Pilates pretende obtener una resolución judicial que permita a la industria del Pilates compartir y aprender de esos elementos de la historia colectiva del pilates sin miedo a estar infringiendo ningún derecho de propiedad intelectual de nadie.
Bajo el lema de que tener fotografías u otros materiales en propiedad (recordemos que en ocasiones existen múltiples ejemplares de una misma foto y en manos de múltiples personas diferentes) no equivale a ostentar el derecho exclusivo sobre su difusión o el copyright de la misma, muchos profesionales se han unido para recaudar fondos y ayudar a la defensa legal de la demandada en esta ocasión, la Sra. Mary Kelly. Ella misma lo describe en este vídeo de Mary Kelly, propietaria de True Pilates Boston, en su canal de Youtube. Junto a ella, se pude ver a otros profesores afectados que narran su propia historia (básicamente la misma: cuentas de IG cerradas por publicar a veces no más de 1 ó 2 fotografías ).
Se pretende aclarar el estado de protección y los derechos de uso, con tal de evitar en lo posible, presiones, amenazas en las redes sociales o la necesidad de defenderse ante avisos de cierre de cuentas, etcétera. Considera que es necesario determinar con certeza qué cosas son propiedad de quién y qué cosas pueden o no pueden usarse libremente por el público general. Y que esto beneficiará a la divulgación del método y el fortalecimiento del sector en todo el mundo.
En el momento de escribir este artículo (mediados de mayo del año 2022), son ya más de 34.000 dólares norteamericanos los que se han logrado recaudar para la causa. La colecta, que se está llevando a cabo a través de la plataforma Go Fund Me – Pilates Transparency Project refleja ya la participación de algunas personalidades de renombre que han realizado aportaciones cuantiosas, como MeJo Wiggin o Alycea Ungaro, entre otros.
Hacen un llamamiento a profesionales y aficionados de todo el mundo que apoyen la causa y aboguen por la restauración de esas cuentas de Instagram y la aclaración definitiva de qué materiales, si los hubiere, realmente no pueden ser difundidos, y cuáles sí.
Recordemos, que muchas de las imágenes de las que se habla eran panfletos que en su momento el matrimonio Pilates diseminó de forma numerosa y de los que ni siquiera existe una única copia.
Por el momento desconocemos en qué fechas habrá próximos movimientos legales pero os lo reportaremos en cuanto haya noticias. Gracias por confiar en FuentePilates como revista digital especializada. Y gracias por recomendarnos en el sector.
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