Después de varios años de trabajo estoy presentando el libro Estiramientos para escalada y deportes de fuerza.
La base de las técnicas son tracciones desde los extremos de las cadenas musculares para repercutir sobre el tejido miofascial. También se usan decoaptaciones (separación de las superficies articulares) para favorecer la regeneración de los cartílagos y evitar el desgaste prematuro.
Hay varios artículos y entrevistas en otras webs en las cuales doy información del libro y los estiramientos (http://soloboulder.com/actualidad/ramon-valls-presenta-su-libro-estiramientos-para-escalada-y-deportes-de-fuerza/), hoy voy a profundizar en el tejido fascial y sus funciones.
El cuerpo humano está envuelto de fascias, todos los órganos, músculos, huesos, nervios, vasos sanguíneos etc., van rodeados de este tejido que a su vez mantiene una interconexión global.
Estas redes guardan información de traumatismos, tensiones físicas y emocionales desde el nacimiento hasta el momento actual, y dichas tensiones van modelando y repercutiendo en todo el organismo.
Los pensamientos crean emociones y las emociones según su frecuencia vibratoria nos pueden relajar y alegrar o todo lo contrario; el estrés, tristeza, etc., mantenidas durante largos periodos producen, enfermedades cuyo origen es emocional. En este enlace podéis encontrar información sobre el origen emocional de las enfermedades.
http://lasleyesespirituales.blogspot.com.es/p/como-curarse-de-un-cancer-por-vicent.html
Estos estímulos si son momentáneos no suelen tener mayor repercusión, los cambios aparecen cuando las inducciones se prolongan en el tiempo, un tipo de emoción negativa, cicatrices y esfuerzos repetidos, van a repercutir en el tejido conjuntivo, afectando directamente a la movilidad de las articulaciones y de todos los órganos anteriormente citados, produciendo desviaciones, deformaciones plásticas, adherencias y falta de vascularización en las zonas afectadas. A este fenómeno se le llama histéresis.
Cuando aplicamos continuamente cargas de entrenamientos de fuerza y resistencia para escaladores, puede aparecer esta situación: Tras un estímulo mantenido, la relajación que acompaña a esta nueva adaptación del tejido estirado, este recibe un desgaste y posteriormente dispone de menor resistencia ante la aplicación de nuevas cargas. Por ello cuando hay acortamientos en las manos de los escaladores, si no se solucionan la probabilidad de lesiones es alta. (roturas de poleas, epicondilitis, SLAP, etc…)
Cuando a nivel local hay un cambio en estos tejidos, va a afectar siempre a nivel global mediante diferentes compensaciones. Imagina que no puedes extender los dedos de tus manos por la tensión que ha generado años de entrenamiento y salidas a escalar, esta rigidez no solo va a repercutir en las articulaciones interfalángicas, se va a transmitir por la palma de la mano hacia las muñecas, codos, hombros, cintura escapular, llegando incluso a generar cambios en la posición de tu columna. En osteopatía cualquier falta de movilidad se considera una lesión ya que aparentemente puede parecer poco relevante, pero siempre termina favoreciendo la aparición de patologías y/o lesiones.
Las fascias informan al sistema nervioso central sobre la estructura interna del cuerpo.
Otras de sus funciones es ayudar al movimiento y deslizamiento de músculos y órganos entre sí, protegerlos y nutrirlos.
Por otro lado, acumulan y distribuyen la energía vital, dan flexibilidad e integridad a las estructuras. Cuando este tejido (fibras de colágeno) mantiene sus propiedades gozamos de un buen estado de salud. A nivel abdominal hay una gran concentración de estas estructuras, por ello en la mayoría de técnicas orientales esta parte del cuerpo es el centro de poder, el punto desde donde emerge la energía y la fuerza descomunal que podemos tener en un cierto momento. Si estos tejidos no tienen energía se endurecen y vuelven débiles (fibrosis) apareciendo movimientos dolorosos y con poca armonía.
En los tendones y ligamentos, las fascias presentan características diferentes aunque comparten elementos como el colágeno, fibras elásticas y otras sustancias celulares. En estos componentes existen mecano-receptores y sistemas propioceptivos que mandan información a la médula espinal y al cerebro sobre las posiciones corporales y los movimientos realizados. Por ello cuando tenemos una lesión es imprescindible durante la rehabilitación incluir un buen trabajo propioceptivo, para restablecer las conexiones y evitar futuras recaídas.
Estas redes ayudan al sistema inmunitario ante cualquier agresión, respondiendo con inflamación, enrojecimiento, creando calor y produciendo dolor, produciéndose un proceso automático de reparación y cicatrización. Hay una anécdota de Joseph Pilates, el creador del Método Pilates. Cuenta que durante la segunda guerra mundial fue apresado en los campos de concentración ingleses, allí fue donde empezó a crear la técnica, buscando ejercicios que se pudiesen hacer en muy poco espacio y en muchos casos con heridos de guerra que no podía incorporarse y tenían que estar tumbados. En esos años hubo una pandemia que mató a más de 100.000 personas y curiosamente se dice que de todas las personas que se ejercitaban con el método no falleció nadie… ¿por qué? Si todos llevaban el mismo estilo de vida y estaban sometidos al mismo entorno… simplemente al tener un mayor equilibrio a nivel fascial su sistema inmunitario era más fuerte.
Cualquier trauma, sea físico o emocional crea una onda expansiva haciendo que el tejido fascial adopte una dirección para proteger, aliviar el dolor y favorecer un retorno a la posición inicial. Pero como hemos comentado anteriormente, estímulos mantenidos hacen que las fibras se atasquen acortando el músculo y generando tensiones compensatorias en otras partes del cuerpo.
Es muy importante que tomemos consciencia de nuestras emociones negativas, excesos físicos traumas y aprendamos a liberarlos. A veces vivimos sin apenas darnos cuenta con molestias constantes, con situaciones que nos hacen infelices o con ciertas dosis de ansiedad que son estados “soportables” pero que pueden derivar en enfermedades graves como el cáncer. Es sabido por la comunidad científica que casi el 80% de las enfermedades son de tipo psicosomático.
Evidentemente en muchos casos estos deterioros son reversibles. El cuerpo se puede manipular y dirigir hacia posiciones de reequilibrio ya que incluso los huesos están continuamente regenerándose y cambiando su estructura. Pero hay que encontrar las técnicas adecuadas de reequilibrio global como puede ser el Método Pilates, Yoga, Feldenkrais y mediante ejercicios como los planteados en el libro de Estiramientos para Escaladores, en el cual se muestran estiramientos globales, centrados principalmente en los flexores de los brazos (ya que en los escaladores, en general son los músculos con mayor carga de entrenamiento) también se busca un trabajo complementario de otras cadenas musculares (anterior, posterior, cruzadas, etc.) y de músculos que suelen estar acortados; como los manguitos rotadores del hombros, flexores de caderas, isquio-peroneo-tibiales, etc. En la primer parte de la obra se explica una base para practicar los estiramientos, estas técnicas también tienen transferencia a la vida diaria, ya que aprendes a realizar decoaptaciones, a estabilizar la cintura escapular, mover la columna, técnicas de respiración, posicionales, de biomecánica, etc.
En mi blog podéis encontrar más información, adquirir el libro a través de la web o consultar puntos de venta.
ACTUAL PILATES Centro de Osteopatía.
Ramón Valls Roget.
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